TERCERA PARTE

   Basándonos en Daniel Cassany (2003), podemos señalar que en estos últimos veinte años, se ha dado una migración de la escritura impresa o analógica a la electrónica, donde se deben considerar los siguientes factores: interacción humano-maquina, proceso de la migración donde la pantalla simula ser una hora de papel con la estructura de un texto impreso, y competencia multimodal ya que se integran varios sistemas de representación del conocimiento (audio, habla, escritura,…).


   En primer lugar, citaré los aspectos pragmáticos ya que modifican las prácticas sociales de comunicación tras la aparición de géneros discursivos nuevos con formas lingüísticas particulares como pueden ser: el chat, el correo, un foro,… Las comunidades virtuales, favorecen el desarrollo de agrupaciones humanas o comunidades diferentes, como son las lingüístico-culturales (idioma) o de habla o político-administrativas (municipio). De este modo, se crea una comunidad discursiva emergente, ya que personas de todo el planeta se pueden conocer, compartir experiencias, ideas,…


   Dentro de estos aspectos, encontramos distintos fenómenos: la identidad, los roles y la pluriculturalidad, que nos ofrecen la privacidad, situación,… al hacer uso de la escritura electrónica en las comunidades virtuales. Cada usuario construye una identidad o cara determinada para presentarse en la red. Estos espacios, son de carácter mundial y abierto de diferentes culturas, razas, ideologías,… y cuentan con un creciente número de usuarios. Debido a esto, surgen normas sociales de comportamiento comunicativo en la red, llamados nettiquete (Yus, 2001 citado por Cassany, D. 2003). Todos estos factores, plantean la cortesía pragmática, es decir, estrategias lingüísticas que utilizamos para controlar el lenguaje en las comunidades virtuales, para que este sea adecuado y conciso en cada situación.


   En segundo lugar, de los aspectos discursivos, destacaremos la estructura hipertextual del discurso (texto lineal, secuencial y unidireccional)  y el desarrollo de la intertextualidad explicita, es decir, referencias e interrelaciones externas en textos ligados entre sí. Ambas estructuras se basan en el uso de enlaces entre textos, que forman un nuevo discurso, con un objeto comunicativo abierto, versátil, interconectado y significativo, llamados “links”.
  
   Por otra parte, los discursos electrónicos no son homogéneos y se distribuyen en géneros sincrónicos (participar al mismo tiempo en la misma comunidad virtual “chat”) y asincrónicos (no participar al mismo tiempo en la comunidad virtual “correo, foros,…”). 


   En tercer lugar, los aspectos gramaticales, contienen particularidades en los planos léxico, sintáctico y orto-tipográfico, este último tras la eliminación de convenciones escritas (tildes, puntos,…), simplificación grafica de algunas formas (“tb” por también), escaso cuidado en la corrección y la presentación,… En el plano sintáctico, encontramos restricciones técnicas que incrementan el uso de sintagmas nominales aislados (títulos, etiquetas).



   En cuarto lugar, con los aspectos de procesamiento nos referimos a las cuestiones cognitivas, es decir, tareas mentales, procesos de pensamiento,… ya que el lector debe conectar las diversas unidades del discurso con vínculos y establecer múltiples itinerarios de lectura, y que estos vínculos puedan crear significado tras una buena elección. Este escritor electrónico, debe identificar los múltiples lectores (necesidades, conocimientos,…) e insertar el texto en la red. 


   No debemos olvidar la sobrecarga cognitiva (recursos complementarios), el aprendizaje autodirigido (menús de ayuda, instrucciones,…), objetos físicos contra construcciones cognitivas (no podemos manipular, tocar,… como el papel) y aglutinación de tareas (simplificar y democratizar las tareas implicadas en la producción y recepción de escritos).


   Por quinto y último lugar, nombrar las implicaciones pedagógicas en el aprendizaje, como son los contextos comunicativos sin moverse del aula (amigos por carta, chat,…), programas de aprendizaje de la composición  (legibilidad, presentación, ortografía,…) y una perspectiva crítica (valorar la fiabilidad, ideología, intencionalidad,…).


   Una vez expuesta la escritura electrónica, pasaremos a la lectura electrónica basándonos en José Luis Rodríguez Illera (2003), que la define como, una expresión que remite a las formas de lectura que se dan en pantallas de ordenador o en alguna de sus variables como pueden ser las agendas electrónicas. Este tipo de lectura, posee un carácter de multiplicidad, ya que un mismo texto puede ser leído, utilizado,… con fines diferentes dependiendo del lector y sus objetivos, a lo que llamamos “diferencias individuales”.


   La lectura multimedia (gráficos, textos,…) está presupuesta en el aprendizaje y relacionada de forma directa con los efectos de la estructuración del texto y su lectura. También se puede percibir, como una lectura multimodal ya que se complementan diferentes modos de significación, con un aspecto central y/o lectura interactiva (hipertextos).


   La lectura electrónica no sería diferente a la lectura en papel, ya que utilizan los mismos mecanismos para comprenderla (Mayer y Rose, 1999 citado por Rodríguez-Illera, J. L. 2003). Aprender con  la tecnología supone aprender mientras se utiliza, ya que es una herramienta de uso en un futuro tanto próximo como lejano, por lo cual, puede usarse con fines educativos.


   Por último, hacer mención de los diferentes Software de lectura, los cuales, pueden ser de lecturas iniciales (primeros momentos en el aprendizaje de la lectura, donde el niño aprenderá el uso del ratón, teclado,…y correspondencias fonéticas, articulación,…).
    Para terminar, a parte de las lecturas iniciales, también nombrar las lecturas escolares (bibliotecas virtuales) y  como herramientas para la lectura educativa (transformar textos y adecuarlos para usos educativos concretos y personificados).